Yvan

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viernes, 24 de diciembre de 2010

Gran invento de la humanidad: Fuegos artificiales


Una de las cosas que más me sorprenden de la vida, es el funcionamiento de los fuegos artificiales. El modo que la humanidad se ingenió para imitar la rareza de las estrellas fugaces.

Cómo una invención que data de milenios atrás, un poco de papel, pólvora y unos químicos ¿puede hacer formas increíbles en el cielo?
Como no estudio química, ni pienso hacerlo en el futuro, supongo que me quedaré con la incertidumbre por el resto de mi vida.

Supongamos que en el siglo 12 a los chinos esto les parecía fantástico y era todo un avance tecnológico de la época, por ende estaban dispuestos a bancarse el insoportable ruido qué estos producen.

De todas formas, hoy, en el siglo 21, después de tantas invenciones increíbles y geniales como internet, celulares con internet, cámaras de fotos, naves espaciales, comida deshidratada, comida congelada, solo para nombrar algunos; ¿no es posible crear un tipo de fuegos artificiales que decoren nuestros cielos de una manera más silenciosa y pacífica?

En comparación de la llegada del hombre a la luna, ¿no sería una tarea sencilla hacer esto?
De esta manera, podríamos evitarnos la masiva cantidad de accidentes pirotécnicas, las masas de perros asustados aullando por piedad, y, por sobre todas las cosas, hacer que el barrio de uno se convierta en lo más parecido a un campo de batalla posible.

Visualizo una especie de imágenes holográficas proyectadas en el cielo, esto también disminuiría la probabilidad del error técnico, como cuando el fuego artificial explota en el suelo, o le pega en la ventana a algún vecino, o le saca un ojo a alguien, etc.

Además, si pudiésemos crear nuestros propios fuegos artificiales holográficos, imaginen las posibilidades. Fuegos con forma de corazón, de perrito, las iniciales de vos y tu pareja, son infinitas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Pequeños Ocupas


La humedad del verano trae consigo un sinfín de nuevos visitantes, como lo son los insectos.
En el abrir la ventana para hacer corriente de aire en mi casa y así evitar la asfixia, procura la oportunidad perfecta para que una gran cantidad de insectos ingresen a mi hogar sin anunciarse y de una manera invasiva.

La mayor parte del tiempo ni siquiera noto su presencia, pero hace falta avistar un mosquito dando vueltas para comenzar a sentir que cada centímetro de mi cuerpo pica.

No hay nada peor que estar acostada en la cama, por irme a dormir, y ver un mosquito que sigue abusando de mis instalaciones, dando vueltas, revisándome las cosas. En estas situaciones, no puedo evitar prender la luz, pararme y agarrar la almohada más grande como arma letal.
Por lo general, este tipo de encuentros culmina en una incertidumbre total, ¿habré matado finalmente al insecto? ¿si lo maté, dónde está su cadaver? ¿acaso estará escondido riéndose de mi falsa victoria?

Ahora sí, no hay insecto más particular que la polilla. Con las polillas tengo sentimientos encontrados. Por un lado les tengo como cariño, porque sé que son completamente inofensivas. Además pobres, deben tener terrible complejo de inferioridad provocado por las mariposas. Incluso hasta acompañan. Por otro, hay algo en su aleteo espástico que me parece altamente inquietante. Lo raro de las polillas es que pueden permanecer quietas en un lugar por horas, lo que hace que uno termine conviviendo con ellas por varios días sin saberlo. Me hace esto una mala anfitriona?


*Iba a poner una foto de insectos pero me dio un poco de asquito. Un atardecer descansa mucho más la vista, no creen?

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cuestión culinaria


En la actualidad es muy común encontrar comidas con un sabor distinto al que deberían tener. Por ejemplo, unas galletas saladas, papas chips pueden tener sabor a ensalada mediterránea con aceite de oliva, pollo a las hierbas, hierbas, pizza, pizza con anchoas y un toque de albahaca, atún, jamón crudo, jamón ibérico, jamón normal, carne casher, entre otros.
Pero, entonces, ¿por qué nunca a nadie se le ocurrió hacer un pollo o una pizza con sabor a papas chips o a galletita?
Imaginen! Un pollo con sabor a papas chips! Todo saladito y crocante, no lo están saboreando en este preciso instante?
O, por qué no, una pizza con sabor a galleta salada crocante.
Y si me pongo ambiciosa, podemos elevar aún más la cadena de sabor. Qué tal, una pizza con sabor a galleta salada de ensalada mediterránea?

Tantos niveles de sabor, es como un inception culinario.

*Ustedes no lo pueden percibir, pero las papas de la foto tienen sabor a pizza mediterránea de galletita salada con sabor a pollo a las hierbas marinadas en frutos rojos de los montes urales.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Amor en internet


Con motivo de la llegada del calor a la ciudad, ver tantas parejitas apretando el la calle, el olor de los jazmines y etc, me inspiraron a reflexionar sobre el amor.

No hace falta repasar años de historia para afirmar que el amor vuelve pelotuda a la gente, sea Helena de Troya, Romeo y Julieta, Hannah Arendt o Kim Kardashian.
Uno de los clásicos síntomas de enamoramiento implica la inexplicable necesidad de comunicar al resto del mundo que uno ama a su pareja.

En la antigüedad, muchos eligieron manifestar este deseo por medio de pinturas q, esculturas, monolitos o textos que hoy en día son atesoradas por la humanidad.

No es el caso de internet. Ahora todo el mundo no sólo tiene acceso a esos escritos y obras de arte dedicadas al amor, sino que puede producirlos, tengan altos o bajos recursos para hacerlo, por lo general se da la segunda opción.

En facebook, proliferan los álbumes titulados "mi cuchi" "mi bebé" "nosotros" "mi bebé y yo" como para citar algunos ejemplos, llegando a provocar rechazo para aquellos no miembros de la relación (ergo, el resto del mundo).

Un caso particular de alto perfil es "Hebraica Pilar", un video que muestra a Yael y a Adri, prontos a casarse, poniéndole melodías conocidas a sus más absurdas e insignificantes mañas. Gracias a eso, ahora todos sabemos que adri es goloso, protector, le gusta la ropa nike, plasmas y es daltónico entre otra información irrelevante que desplazó datos valiosos en mi cerebro. Lo que ellos no sabían es que su contenido consistía de tanta bizarreada que logró viralizarse. Me gustaría saber si este hecho les causa verguenza u orgullo (me inclino más por la segunda opción).

En conclusión, Internet materializa el amor en algo kitsch y completamente degradado, y uno, al estar tan estupidizado por las feromonas y la dopamina no logra escapar del trance para entrar en razón.
Por eso, si estás locamente enamorado de tu pareja, y luego de leer esto te sentís ofendido e indignado te digo

Ya me lo vas a agradecer.

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