Yvan

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sábado, 15 de enero de 2011

Falsas amistades


Hablemos de las amistades por conveniencia. Esas que uno tiene sólo porque puede obtener algo a cambio, un beneficio. Ojo, no estoy hablando de esa clase de beneficio.
Cuál sería el grado más alto de la amistad falluta. ¿Un amigo con dinero se preguntarán? Por favor no, que clichè.
Además es bien sabido que el dinero va y vuelvo, y tu amigo rico eventualmente puede devenir en pobre y uno termina con una amistad insoportable de clavo.

Sí, existe una amistad aún más falluta que la anteriormente nombrada y esa es la de los patovicas. Estos seres corpulentos, de apariencia ruda, que vigilan las puertas de los más exclusivos (y no tanto) locales bailables.

Realmente, ¿existe algo más satisfactorio que entrar a tu boliche favorito sin hacer cola y sin pagar?
Que con un "Hola, (inserte nombre de sujeto aquí), como va todo?" y un apretón de manos uno acceda a la puerta del lugar sin complicación.

Además, el patova será patova por siempre, esto equivale a una eternidad de tratamiento VIP.

Por ende concluyo que los patovas son incapaces de tener amigos verdaderos. Tienen que analizar sus amistades de manera meticulosa. Sólo podrán confiar en aquellos que los conocían desde un pasado no patova.

domingo, 9 de enero de 2011

Cosas que solo te pasan cuando te subís a un taxi


Hoy me tomé un taxi para volver de la terminal hasta mi casa. Luciendo un increíble y natural bronceado y vistiendo una camperita demasiado ondera para lucir solamente en el trecho Punta del este- Montevideo en COT. Ésta simplemente no cabía dentro del bolso y no me quedó otra que transportarla puesta. Todo esto, mezclado con unos shorts de jean, gafas oscuras y una melena despeinada, contribuyeron a la siguiente anécdota.

Me subo al taxi y la conversación se da más o menos así:

-¿Viene de la playa?
-¿Si lo qué viene de la playa?
- Ud, ¿de qué playa viene?
-Ah, de punta del este
-¿y?¿Cómo está? ¿divino no?
-Sí, precioso
- ¿Muchos extranjeros?
-Sí, argentinos y brasileros a patadas

(WARNING SANATA ALERT)

-Pero bueno, ahora tengo que volver, ya se me acabó la licencia.
-Ah sí? ¿Dónde trabajás?
-En una agencia de publicidad. Soy publicista. ¿Vio las publicidades que pasan en la tele? Muchas de ellas las hice yo.
-Ah mira. ¿Pero la filman?
-No, no, yo no me encargo de la producción. De eso se encarga otra empresa, pero acá en Uruguay hay que supervisar todo. Siempre te quieren encajar lo más barato, a mí no me gusta trabajar así.
-Ah, ¿estudiaste publicidad?
-Sí, pero todavía no me recibí. Me queda una materia nomás. Pero acá en el ambiente no importa.
-Claro, y sí, si tenés un buen trabajo.

(...)

De más está decir que estoy pasando a 3ero de publicidad, no tengo trabajo, nunca gocé de una licencia, ni tampoco de un abultado sueldo. Aun así, el señor taximetrista sin pudor se autocobró 13 pesos de propina.
Pero bueno, yo creo en la ley de la atracción. Hay que pensar para obtener, hay que actuar para eventualmente ser. Así que si un día esto se cumple de una manera más o menos verídica, ese taxista se ganó esos 13 pesos.

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