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sábado, 22 de noviembre de 2014

La tecnología vs el ansioso

Ansiedad: boluda comiendo chocolate de cartón. 
Estando en el 2014 es posible llegar a la conclusión de que hemos evolucionado bastante como sociedad en materia tecnológica. Si bien los autos voladores no están aquí, el acceso a la tecnología se ha masificado a pasos agigantados. Ya no es necesario creer en Dios, ya que tenemos ese ser omnipresente, presente en nuestras casas, cafés y aeropuertos llamado Internet. Muchos pueden creer que el avance tecnológico ha tenido un impacto positivo en la humanidad, pero en mi opinión, es todo lo contrario.

Sí, la tecnología ha servido para curar enfermedades, hacer la educación más accesible, unir culturas y llevar cohetes al espacio, pero esto es nimio si tomamos en cuenta el gran daño que la tecnología le causa a los ansiosos. Si usted no está familiarizado con el concepto de ansiedad se lo resumo: no se trata de una persona que anticipa eventos futuros, es todo un puñado de síntomas que conforman este bello trastorno.

El ansioso no puede ser feliz con el presente, necesita estar constantemente haciendo hipótesis de eventos futuros. Las hipótesis siempre desembocan en el peor escenario posible. El ansioso no se conforma con la incertidumbre. El ansioso se come las uñas, y casi nunca es capaz de apagar su cerebro.

El archienemigo del ansioso inventó el concepto de "visto". Cuando a un ansioso "le clavan el visto" los siguientes pensamientos pasan por su cabeza:

-A ver, vio el mensaje, pero ¿por qué no me contestó todavía? Me odia, claramente me odia. ¿Quizás esté ocupado? ¿Capaz se fue a hacer unos mandados? Quizás, simplemente vio el celular apurado y decidió que me dará una mejor respuesta más adelante. ¿Cuándo será este futuro próximo en el que recibiré esta respuesta? ¿Será en 15 minutos? ¿Será una hora? ¿Será nunca? Claramente es nunca. Definitivamente esta persona me odia.

A partir de el momento en que el ansioso concluye que es odiado por el receptor del mensaje, se desata una vorágine nerviosa que solo puede ser detenida por horas de conversación con su analista, amigos, una hamburguesa con papas fritas o la respuesta al mensaje.

La tecnología es el arma del mal y la kriptonita del ansioso. ¿No será mejor dejar de preocuparse por el ébola y enfocarnos en este problema tan serio?

¿Por qué a los científicos no se les dio por enfocarse en mejorar, no sé, la televisión, en vez de la mensajería celular? ¿Por qué no se ponen a investigar un poquito cómo hacer para que los autos vuelen, las aspiradoras no hagan ruido o la depilación no duela?

El MSN messenger, El ICQ o el chat de Soulseek no me causaban tanto dolor emocional. Vuelvan, ¡
no los fajamos más!

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